lunes, 2 de mayo de 2016

El Real Madrid arde como nunca y el tapado del Barcelona

Llegó Zidane, encadenaron unas pocas victorias y una serie de derrotas que hacían inviable luchar por la Liga. Se destensaron y se quitaron la presión. Zidane acertó en su discurso, dando la Liga por perdida. Y pasó lo que nadie esperaba. El Barcelona tropezó cuatro jornadas consecutivas y el Madrid recortó distancias. Faltan dos jornadas para que termine la competición y están a un solo punto, esperando el resbalón azulgrana. Pero las tensiones han vuelto.

La posibilidad de ganar títulos ilusiona, pero también ha generado algunas crispaciones en el grupo. Hay miedo a volver a perder. Miedo a una nueva oleada de críticas porque no aprovecharon la oportunidad que el destino les brindó. La plantilla y el técnico lo tienen claro: hay que ganarlo todo y que si no ganan la Liga no sea porque no lo han intentado todo hasta el final.

Es por ello que, víctimas de esos miedos y del hambre por volver a ganar, algunos jugadores ya no pasen según que cosas a sus compañeros. Luka Modric, un jugador con más carácter del que aparenta, auténtico líder del centro del campo blanco y jugador que osó enfrentarse incluso a Cristiano Ronaldo en su momento, le ha pegado una buena reprimenda a Isco Alarcón.

“¡Pasa un poco!”

El croata se quedó a gusto en el partido de Anoeta contra su compañero, que volvió a ser suplente. El poco tiempo de que dispuso el malagueño –entró por James en el '72– no le valió de mucho, aunque fue en esos últimos instantes de partido cuando llegó el gol de la victoria, obra de Gareth Bale. Sin embargo, Modric tuvo tiempo de recriminarle lo mucho que le gusta el balón y le exigió que no se recrease tanto y pasase más rápido la pelota.

"¡Eh! No hagas eso, pasa el balón, ¡pasa un poco!", espetó Modric a Isco. Y no le faltaba razón al croata. La movilidad de balón potencia el juego en equipo y es una de las claves para que un equipo alcance la victoria. En aquella ocasión, la pérdida de balón de Isco le costó ver una tarjeta amarilla a Modric, que hizo la cobertura.

1 comentario:

  1. Desesperación en la dirección deportiva del FC Barcelona. A los principales responsables del fútbol profesional, Albert Soler y Robert Fernández (secretario técnico), solo les falta publicar un anuncio en el diario que bien podría ser el siguiente: se busca defensa central, joven pero experimentado, corpulento pero ágil, alto y rápido, con presencia y buen remate de cabeza y, sobre todo, que sepa sacar el balón tocado para llevarlo al centro del campo.

    No hay tantos perfiles que encajen con esta descripción. Y no es una casualidad que esta tarea se convirtiese en la gran asignatura pendiente de Andoni Zubizarreta cuando aún era director deportivo del Barça, cargo que ya no existe. Luis Enrique, en diálogo constante con Robert Fernández para apuntalar el equipo, sigue sin tener respuesta a sus principales peticiones: un defensa y un delantero.

    Se han puesto muchos nombres sobre la mesa, pero poco a poco van desapareciendo. Aymeric Laporte (21 años) era el gran deseado hace unos meses, pero lo tiene prácticamente hecho para jugar en el Manchester City la próxima temporada, a las órdenes de Pep Guardiola. La otra alternativa que suena cada año es el brasileño Marquinhos (21 años), aunque no es ni titular en el París Saint-Germain.

    El gran tapado en este momento, según puede dsvelar Xplorar, es Javi Martínez (27 años). El defensa del Bayern Múnich podría no tener la continuidad garantizada al ciento por ciento en Alemania con la marcha de Guardiola al City. Aunque otras informaciones ya se han encargado de aclarar que en el Bayern lo consideran un jugador intransferible. En cualquier caso, la operación no bajaría de 40 millones de euros, el precio que la directiva bávara pagó al Athletic Club en 2012.

    Más allá de lo que diga el Bayern, al final será muy importante la opinión del jugador. Martínez está valorado en 25 millones de euros, menos que en 2012. En este tiempo se ha visto afectado por las lesiones, pero es un futbolista que tiene condiciones también para jugar en el centro del campo. Por tanto, podría suplir a Busquets cuando necesitase descanso y jugar habitualmente con Piqué en el eje de la zaga, siempre con permiso del Jefecito Mascherano, cuyo futuro también es incógnita.

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