Hay caso Ronaldo. En el palco y en el vestuario. En la zona
noble del Bernabéu, Florentino Pérez y su junta directiva mantienen su
idea de vender al delantero portugués al mejor postor al acabar esta
temporada. En la plantilla, mientras, crece el malestar con el
comportamiento del futbolista.
Cristiano Ronaldo tiene un estado de ánimo muy oscilante. Un día está
deprimido y no habla con nadie, y al siguiente está exultante. Todo
depende de si marca o no en un partido. Y sus compañeros están hartos de
su egoísmo. Si el Real Madrid gana pero él no anota, Cristiano Ronaldo suele estar
disgustado y no tiene reparos en protestar un posible penalti sobre él,
aunque en la misma acción haya marcado Benzema. En cambio, el portugués
suele festejar sus goles a lo grande si marca cuatro tantos a un rival
de medio pelo como el Malmoe.
Sergio Ramos y Gareth Bale
El astro portugués va por libre en el Real Madrid y ha tenido
problemas con varios jugadores. Por ejemplo, con Sergio Ramos. Las
relaciones más tensas, no obstante, son con Gareth Bale, quien le acusa
de priorizar su rendimiento individual al del colectivo.
El carácter bipolar de Cristiano Ronaldo lo han podido ver todos los espectadores
europeos en la Champions. El día del PSG se retiró con cara de pocos
amigos y contando confidencias a Laurent Blanc, el entrenador del PSG, y
saludando al presidente y propietario del club francés. Este martes, se
fue exultante, proclamando su felicidad a todos y anunciando su deseo
de seguir en el Real Madrid.
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