Cristiano Ronaldo ya
forma parte de la historia del fútbol mundial. Gane más o menos títulos, anote
más o menos goles en lo que le queda de carrera, el súper crack luso ya integra
el selecto grupo de históricos de este deporte. Sin embargo, tiene 31 años,
algo imposible de obviar por lo que, renovarle hasta 2021 es una auténtica
locura.
Al ariete portugués, uno de los mejores jugadores de la
historia del Real Madrid,
-si no el mejor-, le quedan dos años de un contrato que finalizará cuando éste
ya haya cumplido los 33. ¿Para qué mejorárselo e incrementárselo? Que no digo
que no se lo haya ganado a pulso, pero, el fútbol, al fin y al cabo, es un
negocio que va estrechamente ligado con el rendimiento con lo que hay que
valorar, ¿hasta qué punto vale la pena dejarse más dinero por un futbolista
que, inevitablemente, irá anualmente hacia abajo?
Y es que no nos engañemos, por muy buen jugador que nos
parezcaRonaldo, que lo es, su
buen hacer irá decreciendo a medida que pasen las temporadas y él vaya
cumpliendo años. Su juego, tan atado a su físico, irá haciéndose más lento y
previsible a medida que vaya celebrando cumpleaños. Y nadie puede hacer nada
para evitarlo, ni siquiera él. ¿Vale la pena desembolsar 21 millones por cada
una de las cinco campañas por las que se renovaría a Cristiano? ¿Seguro? Y en caso de
ampliarle la vinculación contractual, ¿aceptará éste que con 32 o 33 años no
podrá ser tratado igual que cuando tenía 26?
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