Florentino Pérez es un presidente con poder y control absoluto en todas las parcelas del Real Madrid. El máximo dirigente no tiene un director deportivo, pero es él quien despacha con el entrenador de turno las necesidades puntuales del equipo. Con Zidane ha consensuado las últimas operaciones de mercado, pero su confianza en el técnico francés no es absoluta. Los informes que le llegan del vestuario no son del todo positivos y Florentino ya trabaja en un posible relevo. De momento, sin prisas.
Zidane todavía tiene crédito en el Real Madrid. Florentino Pérez valora su profesionalidad y su discreción. Al presidente, no obstante, le gustaría que fuera más autoritario y gestionara con mano dura los egos del vestuario madridista. De momento, los resultados son bastante satisfactorios, aunque se han encendido algunas alarmas por el mal juego del equipo.
Florentino, atento siempre al mercado, prefiere anticiparse a cualquier crisis. En su agenda hay varios entrenadores. Los que más le gustan con Joachim Löw y Jürgen Klopp, pero el primero ha renovado hasta 2020 con la selección alemana y el segundo está encantado en el Liverpool.
La tercera opción que seduce a Florentino es Arsene Wenger, entrenador del Arsenal desde 1996. En 2003, el presidente ya pensó en el técnico alsaciano para relevar a Vicente del Bosque. Le gusta su manera de trabajar y su apuesta por los jóvenes. También valora el fútbol ofensivo que propone y cree que encajaría muy bien en el Bernabéu. Su futuro en el club londinense, además, es incierto. Un amplio sector de la afición no quiere que siga. Florentino, por su parte, estaría encantado con su fichaje. Es el gran candidato para relevar a Zidane si el Madrid entra en crisis.
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