Volvieron a dar la cara y no se trata de Cristiano Ronaldo ni de Benzema que van a peor. Zinedine Zidane apostó por los menos habituales ante los vascos y no defraudaron a nadie. Aportaron al equipo lo que no se le ha visto en tantísimos partidos esta temporada. Hoy el técnico volverá a marginarlos.
Álvaro Morata, Isco Alarcón, Lucas Vázquez, James Rodríguez y Marco Asensio volverán a ver el partido desde la banda. O la grada. Lo que es seguro es que no entrarán en el once titular.
Los cinco demostraron ser de los jugadores que más trabajan, que más se entregan en los partidos. Al conjunto blanco se le vio mucho mejor que cuando Zizou saca el equipo de gala. Pero al entrenador le da igual. Hoy volverá a optar por los once de siempre.
La paciencia de todos ellos llega al límite. Están hartos de las jugarretas de Zidane. Del rol de actores secundarios a los que los ha relegado el francés. Más aún después de demostrar que con ellos en el campo el equipo funciona muchísimo mejor.
Morata e Isco no cuentan y lo saben. Pudimos comprobarlo de primera mano en el Estadio de la Cerámica. “Yo soy el segundo plato”, dijo el malagueño. “Yo el postre”, añadió el delantero cuando un aficionado les cuestionó por si iban a jugar el encuentro ante el Villarreal.
James Rodríguez y Lucas Vázquez tampoco son titulares indiscutibles para el míster. El colombiano sólo ha sido titular 13 veces esta temporada. Vázquez suma algunas más (16) pero su papel de segundón es el mismo.
El caso más flagrante es el de Asensio. El canterano lo da todo cuando sale al terreno de juego y el sábado fue clave en Ipurúa para cosechar la goleada. Pero como sus cuatro compañeros, hoy volverá al banquillo.
Ninguno de ellos esconde su indignación. Reclaman lo que se han ganado sobre el terreno de juego. No aceptan que el cuerpo técnico decida volver al once clásico y dejarlos fuera. Son ellos los que levantan al equipo cuando las cosas van mal. Cuando se borran los cracks. Cuando la BBC no funciona. Y esto último es más que habitual.
Se rebelaron contra Zidane. Le dejaron clara su postura. Si no los valora no puede exigirles después que remen en la misma dirección del equipo. No se sienten parte de él.
El presidente interviene
La postura de los futbolistas llegó a la cúpula. Florentino Pérez tomó medidas. Le pidió a Sergio Ramos que pusiera orden en el vestuario. Ahora lo importante es el equipo. El Real Madrid. No los problemas individuales de cada uno.
El choque ante el Nápoles dará la razón a unos o a otros. Una eliminación ante los italianos pondría en evidencia al estratega y en peligro su puesto. Perdería el crédito de la afición y el poco que le queda con los jugadores indignados.
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