El Real Madrid tiene varios temas por resolver en el tintero. Mientras que el cuerpo técnico y los jugadores trabajan sobre el verde, centrados en el tramo final de temporada, Florentino Pérez se encarga de planificar el próximo curso en los despachos.
El presidente merengue tiene deberes por hacer antes que termine la temporada. Y es que el magnate madrileño ya ha dado los primeros coletazos del nuevo proyecto. Rejuvenecer la plantilla y dar salida a las viejas glorias es el objetivo clave.
Las órdenes a la secretaría técnica son claras: deben elaborar una lista de la compra de primer nivel con las mejores perlas y los cracks más codiciados. Los puentes deben comenzar a construirse; el tiempo corre en contra.
Sin embargo, no es el único tema que el mandamás madridista deberá resolver. Para poder llevar a cabo grandes compras, deberán llenar el saco. Más allá de vender piezas para sacar tajada, los blancos trabajan en otra fuente de ingresos.
La idea de los responsables merengues es aumentar los beneficios que reciben por las camisetas. De hecho, el equipo madridista pide una cifra cercana a los 150 millones de euros por temporada, tal como anuncia EcoDiario. Nike, Adidas y Under Armour son los grandes candidatos a hacerse con la zamarra blanca. Eran mejor dicho.
En esta operación ha habido un cambio de tornas. Uno de los pretendientes se ha borrado de la lista. La compañía estadounidense Under Armour ha tirado la toalla.
La marca deportiva se ha bajado del carro; las exigencias económicas estratosféricas del Madrid parecen haber asustado a los estadounidenses. No les interesa.
El Real Madrid reemprenderá sus negociaciones con Adidas. La actual patrocinadora deberá dar más si quiere convencer a los responsables del Bernabéu.
La finalidad del club blanco es igualar, como mínimo, los 85 millones de euros por año que recibe el gran rival, el FC Barcelona, de Nike.
Florentino Pérez sigue negociando, aunque con esta fuga, las cosas se complican para el mandamás merengue. Un aliado menos con el que tensar la cuerda.
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