sábado, 13 de mayo de 2017

Bronca monumental de Zidane y Florentino Pérez en el Real Madrid

Que Florentino Pérez es un presidente intervencionista es un secreto a voces. Y que la política deportiva del Real Madrid está por encima de cualquier entrenador, también.

El club blanco apuesta por tener a los mejores jugadores del mundo y por un técnico que sea capaz de manejarlos. Sacar lo mejor de ellos mismos con una buena gestión de egos. Zidane está cumpliendo con su papel a pesar de que el juego del equipo no siempre termine de convencer. Pero traga demasiado con las exigencias del Florentino.

El ejemplo más claro es Gareth Bale: el galés debe jugarlo todo. Absolutamente todo, cuando no está lesionado. Aunque luego el técnico tiene la potestad de sustituirlo cuando quiera. Por eso, no es de extrañar que, casi siempre, Bale sea el primero en abandonar el césped entre los miembros de la BBC. Zidane no apuesta por su juego.

Zidane prefiere a Isco y la magia que aporta el malagueño. Pero las instrucciones del presidente son claras y cristalinas como el agua.

Sin embargo, de cara a la final de Cardiff, Zidane pensaba tener libertad de actuación. Y Florentino ha dicho que si Bale está bien, debe jugar.

Esto ha provocado fuertes tensiones en la cúpula. Que se suman a la mala leche que tiene Zidane por las contantes críticas que recibe Benzema.

La situación puede acabar como el rosario de la aurora. Zidane no ha renovado. Termina contrato en 2018 y podría hacer las maletas tras la final de Champions. 

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