Europa no es tonta y Florentino Perez va en contra de la logica. El PSG fue al grano: a principios de julio el
club francés invitó a Florentino Pérez a Qatar donde el 'capo' de al
entidad parisina, Al-Khelaifi, puso sobre la mesa del Real Madrid 100
millones de euros por Cristiano Ronaldo. El jeque quería llevarse el
‘premio gordo’ del Real este último mercado de verano y avisó a Pérez
que una oferta así no la volvería a oler: la cantidad estaba a
disposición del Madrid hasta el cierre del mercado, pero se vería
seriamente rebajada si las negociaciones se emplazan a la siguiente
temporada, 2016-17, como pidió Florentino.
El mandatario del Real advirtió a Al-Khelaifi de los problemas con
Sergio Ramos y Casillas y se sinceró: La salida de Cristiano Ronaldo en aquel momento habría
sido su final como presidente del Madrid. Pérez necesitaba y necesita
estructurar la marcha de Ronaldo bajo dos premisas: primero, que sea el
jugador el que haga público su deseo de abandonar la institución.
Segundo, encontrar a un relevo de garantías que ilusiones al madridismo y
llene el vacío. Ante la primera premisa no había problema: Ronaldo daba
su etapa por terminada en Madrid tras la marcha de Ancelotti, pero los
deseados del presidente para remplazar al luso, especialmente Agüero, no
se pondrían a tiro.
Las conversaciones, congeladas con
conocimiento de las partes hasta el próximo verano, se retomarán con el
United metido en la pomada y el Madrid avisado por unos y por otros de
que las ofertas por Cristiano no se va acercar ni de lejos a las cifras
que se plantearon este último verano: 80 'kilos' es el nuevo tope que
circula en los mentideros del fútbol.
Es más, voces autorizadas
como la de Jorge Valdano, ex jugador, técnico y ejecutivo en el Real
Madrid, avisan: “Está muy estacionado en posiciones de ataque y necesita
que lo asistan, ya no es capaz de crearse y terminar la jugada”. Si el
Madrid no lo 'coloca' cuanto antes, puede acabar 'comiéndose' un
problema con muchos ceros.
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