Raúl González no da puntada sin hilo. Su retiro del fútbol activo no
es casual. Dos opciones sobre la mesa. Primero, pasar a formar parte de
la estructura actual del Real Madrid como Florentino Pérez se ha
apresurado a hacerle llegar. Según he podido saber el
presidente está decidido a tantear la opción de que el ex jugador del
Real Madrid regrese al club para incorporarse a su organigrama
deportivo.
El objetivo de Pérez es reclutar a algunos de los ex
futbolistas más importantes del club blanco para ocupar algunos de los
despachos desde los que se decidirá el rumbo deportivo del club y,
importantísimo, evitar un movimiento que gana fuera en la sombra y que
pondría en jaque su posición de Dios en el Real Madrid.
Y segundo, y consecuencia de lo primero, ir por libre. Desde hace
meses un runrún gana fuerza en Madrid: una candidatura opositora
integrada por jugadores que fueron auténticos referentes del Real,
capitaneada por Sanchís y algunos de los futbolistas con más nombre de
la entidad que pondría contra las cuerdas a Pérez en las próximas
elecciones.
Este grupo organizado contaría con Raúl como una de las
bazas fuertes, así como con primeras espadas que el madridismo recita de
memoria. Un movimiento que tiene a Florentino sin pegar ojo: por
primera vez se vislumbra una estructura capaz de terminar con el mandato
de Pérez. Una alternativa que traería aire fresco a un modelo,
explican, caduco que necesita adecuarse a los nuevos tiempos. Opción que
el presidente quiere disuadir con ofertas que quitan el hipo a aquellos
objetivos que, como Raúl, pueden poner en un verdadero brete la
continuidad del mandatario.
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