Después de que Jack Dorsey tomase el completo control de Twitter, la
compañía ha anunciado que despedirá a un máximo de 336 personas, lo que
supone un 8% de la plantilla. Un ajuste "difícil pero necesario", según
ha explicado el propio CEO de la compañía, pero que servirá a Twitter
para "moverse con mejor enfoque y reinvertir nuestro crecimiento".
Esta reestructuración en la empresa han hecho que las
acciones de la compañía se disparasen más de un 6% en la apertura del
mercado llegando a cotizar por encima de los 30,44 dólares.
En
una carta que Dorsey ha mandado a los trabajadores de la compañía, el
CEO explica que la hoja de ruta de Twitter pasa por cambiar la forma de
trabajar enfocándose en desarrollar experiencias que "tendrán mayor
impacto".
Como ejemplo, Dorsey explica que quiere para la compañía esté formada
por equipos de trabajos más pequeños, que sean más hábiles y ágiles
para adaptarse mejor a las necesidades del mercado.
Sobre los despidos, el CEO de la compañía ha explicado que "se harán
grandes esfuerzos para cuidar a cada individuo, proporcionando un
paquete de salida generoso y ayuda para encontrar un nuevo trabajo", al
tiempo que "tomaremos tiempo para expresar nuestra gratitud a los que
nos están dejando".
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