Stop de una vez por todas. El vestuario del Real apunta a culpables. La derrota en El
Madrigal ha sacado los colores en la plantilla, en especial entre
aquellos jugadores de la clase media que ven como los líderes se han
dejando ir. Las críticas apuntan a la pareja Bale/Cristiano, aunque los
comentarios más sangrantes tienen a Cristiano Ronaldo como destinatario.
Modric soltaba la lengua al término del encuentro. Dardo envenenado
al portugués en público que daba continuidad a los
comentarios/conversaciones en privado. "La calidad hay que demostrarla
ante el Villarreal, no ante el Malmö". El aviso a navegantes del croata
es compartido por los 'currantes' del Real Madrid. Cristiano Ronaldo se ha especializado en
apabullar a los 'pequeños' para desaparecer ante los grandes. Meterle
cuatro a un equipo de pandereta en la Champions o hacer lo propio en
Liga contra el Espanyol -cinco- no le sirve al grupo.
La plantilla reclama que Cristiano ejerza el liderazgo que reclama
fuera también en el campo. Ante Athletic, Atlético, Barcelona, PSG y
compañía no apareció. El luso, además, y a diferencia de Gareth Bale
que, más listo, sabe callar, no duda en tirar con bala al vestuario con
aspavientos/comentarios que dejan en mal lugar al grupo. Un grupo que
está hasta el gorro de la doble cara del portugués y que advierte, con
preocupación máxima, que no lo de Ronaldo ya no es una mala racha: el
mejor Cristiano no está, ni se le espera.
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